Millones son las proposiciones de decoración que podemos conseguir a través de los vinilos, esos adhesivos que últimamente se han hecho también un hueco en los hogares y que sirven para cambiar una casa de look. Aunque la utilización de las pegatinas en la decoración es tan antiguo como el propio producto, el acceso a un público cada vez mayor con un coste asequible, quizás sea más reciente. Antes de que ocurriera eso, su venta se concentraba en el mundo profesional, en la rotulación de empresas.
Puedes imaginar cualquier forma, color o dibujo, que se puede convertir en un vinilo. Han ido creciendo sus ventas, ya que suelen tener muy buen precio y pueden decorar cualquier habitación sin ocupar espacio y muy rápidamente. A ello hay que añadir, el buen apaño que dan en los pisos de alquiler, dándole un aire completamente diferente.
Los vinilos se pueden poner en cualquier superficie lisa como paredes, ventanas, puertas, cajones, mamparas de ducha… y son perfectos para cambiar la habitación tantas veces como desees. Además de adornar enchufes, ordenadores…
Los vinilos se adaptan a la moda, pero siempre hay algunos muy recurrentes como los infantiles con animales, una frase célebre…
Los vinilos se pueden personalizar en relación al tamaño, diseño, color y tipografía. De esta manera, una foto, imagen o dibujo se puede convertir en un adhesivo decorativo.
Margom cuenta con una amplia variedad de materiales para distintos tipos de instalaciones.