La fácil adaptabilidad y resistencia que caracterizan al vinilo permiten plantear muchísimas alternativas distintas de uso. Dos de estas opciones son el vinilo de corte y el impreso. ¿Sabes a qué nos referimos cuándo hablamos de una u otra y qué les diferencia?
Ambos son plásticos autoadhesivos que se emplean tanto en exteriores como en interiores, tanto para decorar como para rotular superficies planas o curvas.
El vinilo de corte se recorta con un plóter, máquina que facilita el troquelado de imágenes de grandes medidas, y presenta idéntico color por la cara adhesiva y por la contraria. Es de mayor calidad que el vinilo impreso por que la efectividad del adhesivo es mejor y también su acabado puesto que no presenta ninguna zona transparente en los contornos de la superficie impresa. Se limpian fácilmente y son tan resistentes que están especialmente indicados para exteriores. Puede llegar a durar hasta 7 años. Su principal inconveniente es que la gama de colores que utiliza es limitada.
El vinilo de impresión por su parte, tiene base de color blanco y se aplica imprimiendo en la superficie. Permite un mayor abanico de diseños de alta resolución así como una amplia gama de colores, formas y degradados. Sin embargo, pueden ser dañados por el sol que ataca los colores con bastante facilidad. También hay que tomar precauciones al limpiarlos. Para evitar todo ésto, podemos laminarlo con un vinilo transparente que preservará los colores y ayudará a su conservación en el tiempo.
Si aún tienes dudas sobre el vinilo más adecuado para una superficie en concreto, no dudes en preguntarnos. Te atendemos encantados. Somos especialistas.