vinilo textil

La semana pasada te invitamos a iniciarte en el mundo del vinilo textil y te contamos cómo decorar una camiseta con este tipo de material, además de las herramientas y recursos que necesitas para ello. Ahora bien, si es tu primera experiencia en este sector, tienes que saber que, como en todas partes, hay que conocer algunos trucos útiles.

Te hablamos de tres aspectos que suelen provocar incidencias a la hora de aplicar el vinilo textil: el corte del vinilo, la transferencia de colores de la prenda al vinilo y su pegado o adherencia.

Cuando ya tenemos listo el diseño gráfico y lo hemos mandado al plotter, hay que cortar el vinilo. Llegado este punto, puedes encontrarte con una de estas situaciones:

  • Es importante que te fijes en que el vinilo se introduce en el plotter con el transportador para arriba. Así se recortará el vinilo por abajo. De otro modo, solo cortarás el transportador.
  • Si lo has introducido correctamente y no se corta, comprueba que estás usando la cuchilla apropiada y que has seleccionado la presión de corte indicada por el fabricante. Si el vinilo es más ancho de lo habitual (flocado, por ejemplo), puede ser que necesites una cuchilla de 600 en lugar de la normal de 450.
  • Si aún así no se corta, puede ser que la cuchilla esté gastada. Esto suele suceder por el uso recurrente y el paso del tiempo. Ten la precaución de revisarla con cierta frecuencia.

Cuando finalmente hayas conseguido cortar el diseño sobre el vinilo, tienes que eliminar el sobrante o descartarlo. Te aconsejamos que, para evitar problemas, hagas una prueba inicial, antes de ponerte con el trabajo final. De otro modo, puede suceder que se corte el vinilo y no la capa adherente o que, si aplicas demasiada fuerza al corte, recortes todo junto con el transportador. En este caso, al retirar el sobrante retirarás también la lámina de transporte y ya no podrás manejarlo correctamente.

Si estás utilizando vinilo blanco sobre prendas de algodón de baja calidad o poliéster de colores oscuros, puede producirse la llamada “migración” del color. La temperatura de la plancha provoca que la tela destiña y el tinte pase de la camiseta al vinilo que se vuelve grisáceo.

Para evitarlo, usa materiales de mayor calidad o poliéster no teñido o sublimado. Si no te queda más remedio que usar ese tipo de prendas problemáticas, aplica vinilo antisublimación que, al tener una consistencia mayor, previene los “desteñidos”. Como la gama de colores de esta clase de vinilo es reducida, te recomendamos poner una segunda capa con la que lograrías una mejor opacidad.

Por último, es muy habitual que el vinilo se despegue al aplicarlo o una vez que ya se hubiera adherido. Los trucos que podemos darte para solucionar y evitar estos problemas los veremos en nuestro próximo artículo.

Si tienes cualquier tipo de pregunta sobre los materiales o herramientas mejores para el tipo de trabajo que quieras realizar, llámanos o mándanos un mail. En Margom somos especialistas en vinilo textil y podemos ayudarte a encontrar la solución que necesitas.

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